Yo no pedí ser maestro,
ni el viento de la mañana,
ni la luna, nieve, gorrión,
ni romancero del agua.
Yo no pedí que me dieran
el corazón de una barca
para llenar de gaviotas
las arenas de mil playas.
Yo no pedí... Fue un regalo
del alfarero del alba,
un regalo de rosales
en la voz de mis palabras.
Yo no pedí ser maestro,
pero de tiza es mi alma.
(José González Torices)
De mayor quiero ser maestro.
Un dia aquella mañana,
de agosto me encontre con un gorrión
el hablaba y hablaba
y yo cogí una barca.
Y me dijo que con ella fuera a una playa.
Ahí fui todos los dias a estudiar con las gaviotas.
(Luis David Moldovan)
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